Estuvimos en el pueblo de mi abuela Chon, Fuertescusa de la Sierra.
En una caminata de dos kilómetros llegamos a un camino empinado entre los pinos. Tenía muchos taludes donde se veían piedras de muchas formas.
Desenterramos un montón y casi todos eran rocas, pero también aparecieron unos cuantos fósiles. Eran pequeñas conchas parecidas a los mejillones y berberechos.
Hace millones de años allí debía haber un mar y las conchas que cayeron al fondo se fosilizaron.
En el pueblo a este tipo de fósiles se les llama "gallinicas".
Cuando volvimos, la tía Celia nos dio dos mas: una caracola y un mejillón gigante.
La próxima vez que volvamos iremos a por más.